Acusan que hay desventajas competitivas y asimetrías en contra de los operadores físicos. Calculan que adicionalmente deberán aportar el equivalente al presupuesto de la superintendencia.

Acusan que hay desventajas competitivas y asimetrías en contra de los operadores físicos. Calculan que adicionalmente deberán aportar el equivalente al presupuesto de la Superintendencia

Un sabor agraz se llevaron en la Asociación Chilena de Casinos de Juego (ACCJ) con la presentación de las indicaciones del Gobierno al proyecto que regula a las plataformas de apuestas online.

‘Las indicaciones nos pegan, hay desventajas competitivas y asimetrías en desmedro de los casinos físicos’, dijo la presidenta del gremio, Cecilia Valdés, quien puso énfasis en que seguirán muy de cerca las votaciones que partieron este 19 de junio en la Comisión de Economía de la Cámara Baja.

‘Las indicaciones del Gobierno modifican la Ley General de Casinos, justo en un momento en que nosotros pasamos por un proceso de licitación en que se pagaron por ofertas económicas para los próximos 15 años. Por lo tanto, vemos con cuidado sus efectos, porque incluso creemos que tendrá un impacto en nuestro sistema impositivo’, manifestó Valdés.

El impacto a los casinos
El equipo de la ACCJ -compuesto por la presidenta Cecilia Valdés y el gerente general, Juan Sebastián Araya, realizó un estudio de las indicaciones del Gobierno y detectaron al menos tres choques importantes entre el proyecto para regular a las plataformas online con la Ley 19.995 que autoriza a los operadores de casino a funcionar.Un ejemplo es que el Gobierno agregó un impuesto de 1% de los ingresos que irá destinado a la promoción del desarrollo del juego responsable.

‘Eso implica un cambio a la Ley de Casinos, porque ya no pagaremos el 20% de impuesto sobre las ventas brutas sino que 21%. Si se hace el cálculo, podemos ver que son $ 4.500 millones (cerca de US$ 6 millones) extras que tendrán que pagar únicamente los concesionarios físicos, participen o no de la industria en línea’, manifestó Valdés.

Según la ACCJ, la recaudación desde los operadores físicos equivale al presupuesto anual de la Superintendencia de Casinos del Juego (SCJ), sin contar que las plataformas online también deberán pagar este impuesto.

¿Cuál es el problema?, Desde el gremio indican que el Ministerio de Salud no reconoce la ludopatía como una enfermedad, entonces ese ingreso extra que recauda el Estado no tiene como destino combatir el problema, sino que va derecho a las arcas fiscales.

‘Eso es un riesgo sobre los cambios de las reglas del juego. No estamos en contra, pero ¿cómo gravan con un 1% sobre una enfermedad que no reconocen? No hay ninguna política pública sobre el juego responsable’, dijo Valdés, quien remarcó que es importante avanzar en catalogar la ludopatía como una patología.

Otro tema es el impuesto de 0,07 UF a las personas para la suscripción a la plataforma online, el cual se paga una única vez. Lo complicado de este cobro, según la ACCJ, es que por un lado es un desincentivo a las plataformas online para regularizarse; y por otro es una asimetría con los casinos físicos, pues sus clientes pagan cada vez que ingresan a un establecimiento, hagan o no apuestas.

‘Hay una asimetría difícil de lidiar. Una idea podría ser que los casinos físicos tengan una tarjeta de membresía, que se pague una única vez. Así, no se produce una diferencia tan importante con las plataformas de juego en línea’, manifestó Valdés.

Juegos de azar
Una tercera arista es que el proyecto de ley para regular a las plataformas protege únicamente los negocios de la hípica, la Polla y la Lotería, en desmedro de los juegos de azar de los casinos.’No entendemos por qué si pagamos por el derecho y la exclusividad de tener juegos de apuestas, con radios de protección de 70 km, hoy se ven perjudicado con este proyecto. Nosotros pagamos una licencia de 15 años para explotar el negocio’, dijo Valdés.

Juan Sebastián Araya explicó que los casinos tienen un catálogo de juegos de azar que pueden utilizar en sus establecimientos, pero las plataformas tienen una mayor variedad.

Según el equipo de la ACCJ, una propuesta podría ser que la Ley de Casinos no restrinja estos juegos, porque de lo contrario se incentiva una competencia desleal en la industria.

‘Es ridículo que un cliente pueda apostar mediante el teléfono a una carrera de autos, mientras está sentado frente a un tragamonedas en el casino. Puede que exista una razón, pero no se sostiene que se permita hacer apuestas por teléfono que en la vida real están restringidas’, acotó Araya.

Además, desde la asociación manifestaron que es necesario robustecer la indicación y que se impide a las plataformas en línea tener establecimientos físicos, porque si bien, están prohibidos, no se restringe que puedan tener socios -como bares, clubes o discotecasque tengan acuerdos que promuevan el uso de los sitios webs en sus propios establecimientos.

‘Cualquier plataforma online podría auspiciar un lugar, y el dueño de ese lugar puede tener tablet para ofrecer apostar y eso no sería ilegal. Creemos que detalles como esos hay que tener en cuenta’, remató Araya.

Acá puedes revisar la publicación en la Sección Empresas de El Financiero.