Cecilia Valdés, presidenta de la Asociación Chilena de Casinos de Juego, realizó un balance de la recuperación parcial que ofreció el mercado de Chile durante 2022.

Cecilia Valdés: “Las plataformas online actúan en la ilegalidad y constituyen una competencia desleal para los casinos establecidos”

 

En una charla exclusiva con Yogonet, Cecilia Valdés, presidenta de la Asociación Chilena de Casinos de Juego, realizó un balance de la recuperación parcial que ofreció el mercado de Chile durante 2022, e hizo hincapié en la situación del juego online, modalidad que consideró que “sin duda debe regularse, y con urgencia”.

 

Como representante de los operadores de juego en Chile, y tras dos años de pandemia, ¿cuál es su evaluación del desempeño del sector en el 2022 en Chile?

 

El 2022 ha sido un año de recuperación, aunque sin duda tomará algo de tiempo dejar atrás las consecuencias de la pandemia.

 

Los casinos de la ley 19.995 cerraron en marzo de 2020, cuando se declaró la emergencia. Algunos tuvieron reaperturas parciales durante el verano 2021, pero hubo otros que permanecieron cerrados por más de 17 meses.

 

Las cifras de actividad de este año, muestran que aún estamos por debajo de los niveles prepandemia. Las últimas cifras difundidas por la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) muestran que los casinos registraron ingresos brutos del juego (win) por $ 136.512 millones (USD 155,4 millones) el tercer trimestre de 2022.

 

En términos reales, esos ingresos fueron un 10,3% inferiores a los obtenidos en el tercer trimestre de 2019, previo a la pandemia. No obstante, fueron un 9,1% superiores a los observados en el tercer trimestre del año 2021, lo que muestra una señal de recuperación.

 

Para el periodo enero-septiembre, el win de los casinos de la ley 19.995 asciende a $ 364.686 millones, unos USD 424,6 millones.

 

Los casinos de la ley 19.995 han pagado este año $ 133.000 millones (USD 151,4 millones) en impuestos, de los cuales $ 58.000 millones (USD 66 millones) han ido directamente a los municipios y gobiernos regionales en las localidades en las que están instalados.

 

Este año también se realizó el proceso de renovación de licencias de operación, según lo planificado por la autoridad, aunque el contexto era adverso, lo que terminó afectando las ofertas económicas ofrecidas por los casinos.

 

Por un lado, la industria venía con sus ingresos muy mermados por la pandemia, por otro, un escenario de incertidumbre en el país por diversos cambios políticos y normativos, y, por último, un clima de recesión económica mundial. Todo eso afectó las propuestas y desincentivó la participación de inversionista extranjeros. El resultado de la licitación reflejó esa realidad.

 

Pero sin duda el tema del año ha sido la irrupción del juego online ilegal en el país. Chile necesita con urgencia una legislación que defina las reglas de funcionamiento para permitir que la oferta online sea legítima, que aporte a la sociedad a través de una oferta de entretención segura, controlada (sin riesgo de juego infantil o ludopatía), en que se conozcan los orígenes y destino de los fondos, a sus propietarios y que pague impuestos. Todo lo anterior no existe en el estado actual.

 

¿Qué rol jugó la ACCJ en ese contexto?

 

Actuamos como puente con los stakeholders de la industria y comenzamos a difundir los aportes que ha hecho esta industria a las economías locales, algo que no es ampliamente conocido.

 

Y levantamos la alerta respecto de la proliferación del juego ilegal, tanto las plataformas online como los tragamonedas. Para eso, hemos hablado a través de la prensa, sostenido reuniones con las autoridades y fuimos a exponer al Congreso sobre los riesgos que representa el juego ilegal.

 

El 2022 también significó el comienzo de las discusiones respecto al juego online en el país.

 

¿Cuál es su balance de lo realizado este año a nivel legislativo, y qué esperan de cara al año próximo en este sentido?

 

Sin duda debe regularse, y con urgencia. Curiosamente, el mayor avance lo tuvo un proyecto que prohíbe la publicidad de plataformas online en actividades deportivas. Y digo curioso, porque en el fondo se prohíbe la publicidad de una actividad ilegal, lo que no tiene mucho sentido.

 

Hoy el juego está prohibido en Chile, salvo que exista una autorización expresa para ofrecerlo, como son las licencias de los casinos.

 

Sin un marco regulatorio, las plataformas online actúan en la ilegalidad y constituyen una competencia desleal para los casinos establecidos, que no sólo pagan impuestos y crean empleo, también aportan directamente al desarrollo de las economías regionales.

 

Lo que manifestamos en la Comisión de Deportes de la Cámara de Diputados, es que en opinión de la ACCJ no debería hacerse extensiva la prohibición de avisaje comercial en el deporte a las empresas de juego legal.

 

Hay que recordar que los casinos en Chile tienen una vocación regionalista natural y juegan un rol en sus comunidades de emplazamiento muy relevante. Dejar fuera de poder apoyar a los clubes locales de fútbol, como a cualquier otra institución deportiva (amateur, senior, etc.) nos parece que les quita una opción de financiamiento que puede ser significativa.

 

Sobre la regulación del juego propiamente tal, el gobierno se comprometió a enviar una propuesta como parte del paquete de impuestos correctivos de la reforma tributaria en trámite. Hemos visto señales de que habría cambiado de opinión y podría ingresar indicaciones al proyecto presentado por la administración anterior. Sabemos que existe disposición a avanzar en este tema, pero no hay certeza de los plazos en que ocurrirá.

 

¿Qué podemos esperar de la Asociación en 2023? ¿Pueden adelantar la línea de trabajo que esperan llevar adelante durante el año?

 

La ACCJ avanzó en profesionalización, de modo de contribuir en la expansión de una política pública que ha sido exitosa. Mi misión será aportar una mirada renovada, con una agenda marcada por el desarrollo sustentable e innovador; con incorporar parámetros de inclusión y diversidad; y con poner especial atención a las necesidades de las comunidades y colaboradores.

 

Los casinos han construido infraestructura turística y de entretención que antes no existía en las regiones y hacen aportes importantes a las economías locales. Ahora toca una nueva etapa, en la que se construya sobre los logros y que consolide a los casinos como actores regionales relevantes.

 

Tenemos planes que van desde formalizar la capacitación de los colaboradores a través de ChileValora hasta buscar formas de apoyar el deporte y el desarrollo de talentos locales, profundizando la vocación de empresas regionales de los casinos. También queremos explorar con la Subsecretaría de Turismo formas de promover a Chile como destino de congresos y convenciones, algo que se puede hacer aprovechando la infraestructura de los casinos.

 

Pero el foco, sin duda, estará puesto en la regulación del juego online. La situación actual no resiste análisis, es urgente una regulación que le ponga fin y nivele la cancha, terminando con la competencia desleal.

 

¿Cuál sería su mensaje de fin de año para el sector? ¿Hacia dónde seguirá creciendo la industria chilena, o qué cambios creen que le esperan para el 2023?

 

El sector presencial debe mantener un atractivo que movilice a los clientes. Hoy existen múltiples opciones de entretención al alcance de la mano, lo que hace más desafiante la competencia por el interés de los clientes. La industria ya levantó una infraestructura turística que no existía, con hoteles de alta gama, salas de eventos y una oferta gastronómica de primer nivel, ahora vamos a construir sobre lo avanzado en estos años, y consolidar a los casinos, como una industria del entretenimiento de excelencia.

 

Revise la nota realizada en el portal Yogonet: